Los precios pueden variar mucho porque existen calidades muy distintas. Nosotros siempre recomendamos entender bien lo que se está comprando porque normalmente lo barato suele salir caro.

Empecemos por decir que el arenero y la arena no es una cuestión baladí ya que influye en la salud del gato y de toda la familia. Si el arenero no se mantiene en buenas condiciones es un foco de bacterias, virus y malos olores.

Para comprar tu arena, primero debes conocer las diferencias entre los distintos tipos de arena porque determinará el precio y el mantenimiento que demanda. Las principales arenas son:

  • Es una arcilla natural con alta capacidad de absorción de líquidos y de olores. Es la más barata y requiere poco mantenimiento.
  • Aglomerantes o bentonita. Es una arena mineral que forma bloques con la humedad. De esta forma podemos retirar la arena usada y alargamos la “vida” del arenero. Sólo tiene sentido pagar el sobreprecio si vas a tener tiempo a diario para retirar la arena usada y poner de nueva.
  • Sílice. Es una arena más artificial que todavía es más cara que la aglomerante pero con mayor capacidad de absorción. También requiere de un mantenimiento prácticamente diario. Conviene primero probarla porque muchos gatos la rechazan.
  • Arenas ecológicas o vegetales. Existen distintos tipos de arenas. Son similares a las minerales que hemos hablado pero son sostenibles. Comparativamente son más caras que los distintos tipos de arenas minerales pero son más naturales.

En Pipikat utilizamos la sepiolita y la arena vegetal porque creemos en las ventajas de los productos naturales con poco polvo. No trabajamos con otro tipo de arenas porque los aditivos químicos y el polvo pensamos que son nocivos para la salud de toda la familia.

Una vez tu gato y tu tengáis claro qué tipo de arena se adapta mejor a vuestras necesidades, el precio dependerá de la calidad de la arena. La principal variable para determinar la calidad de la arena es la capacidad de absorción aunque no siempre es un dato que publiquen los fabricantes y por ello en ocasiones sólo queda la opción de probar distintas marcas. A menudo, los fabricantes publican la duración de la arena pero es un dato engañoso porque al final depende de con qué gato estén testando el producto. Es evidente que no es lo mismo un cachorro a un gato adulto, ni por ejemplo un gato de 6 kgs a otro de 14 kgs.

A pesar de la gran diferencia de precios que encontramos en el mercado, habría que desconfiar de arenas naturales (sepiolita) que cuesten menos de 0’5€ por litro, arenas aglomerantes que cuesten menos de 0’8€ el litro. o arenas de sílice por menos de 1€ por litro. Si la calidad es mala, la arena durará muy poco y acabará saliendo más cara.

Para ver un ejemplo de lo que estamos hablando analizaremos el pack Pipikat con arena mineral y el vegetal. En el caso del pack mineral tenemos que cuesta 22’9€ y lleva 19 kgs de arena, mientras que el vegetal cuesta 28’9€ y lleva 12 kgs de arena. Pues bien, debido a la diferente capacidad de absorción de 2 buenísimas arenas y al mantenimiento diario, un pack Pipikat mineral aguanta con un gato 40 días y uno vegetal se alarga hasta los 100 días. Así pues al final, el pack vegetal acaba saliendo más barato puesto que tiene un coste diario de 0’289€ (28’9€/100 días) mientras que en el caso del mineral el coste diario es de 0’572€ (22’9€/40 días).

En el caso de Pipikat comparamos 2 arenas muy distintas y es difícil sacar conclusiones porque aunque la vegetal sea más económica, se requiere de tener el tiempo necesario para el mantenimiento. Sin embargo, hemos querido utilizar el ejemplo para demostrar que en muchas ocasiones los productos más caros pueden acabar resultando más económicos y para descubrirlo no hay mejor forma que probándolos.

Independientemente del punto anterior, no parece muy adecuado intentar ahorrar en productos como la arena o la alimentación porque estos ahorros pueden acabar siendo ridículos comparados con el coste que puede tener acudir al veterinario con algún problema de salud de tu gato.